sábado, 19 de julio de 2014

MI ROBOT, YO Y LO QUE SURJA

- Autor: Encarni Garcia Ruiz @encarnigarciar1

- Tipo: Hetero (idol x fan), +18, Siwon x fan (Super Junior), serial. 



CAPITULO 2


Como cada mañana, el despertador de Colette estaba conectado con su equipo de música, así que, cuando este marcó la hora, la casa empezó a llenarse con el sonido de la canción de EXO-K: What is Love, haciendo que esta se levantara con una sonrisa en la cara y se dirigiera al baño, moviéndose animadamente, para lavarse la cara y los dientes.
Cuando salió, aun bailando, ya que tenía los altavoces de la casa activados para que sonara por todas partes, bajó las escaleras bailando aun, dejando ir sus caderas, solo vestidas con un conjunto de ropa interior color verde claro y una camiseta vieja y amplia que apenas le llevaba por el ombligo, encontrándose de golpe con Siwon en el salón mientras comenzaba a sonar la canción de otro grupo, con su canción``Super Man´´.
Tal fue su impresión al encontrarse con él de golpe que se le cortó la respiración y tuvo que llevarse una mano al pecho para asegurarse de que su corazón aun latía allí dentro y no se había fugado por su boca, como tenía por sensación.
-¿Qué hacías ahí parado sin más?-le preguntó Colette cuando consiguió que sus pulmones volvieran a obedecerla y se llenaran de aire.
-Los robot´s no dormimos, así que solo estaba esperando a que bajaras-le dijo este sin más, vistiendo de nuevo toda su ropa.
Los pantalones se había secado rápidamente cuando ella había cogido su secador tras la cena, así que ya podía mirarle sin que los colores le subieran a la cara.
O hubiera podido si no se hubiera acordado que ahora era ella la que iba en ropa interior,se recordó, intentando bajar la camiseta todo lo posible, sin que esta se permitiera ocultar demasiado.
-Bueno...pues....en cuanto desayunemos, iremos a comprarte algo de ropa.
-Me parece bien-le dijo este, sonriendo.
Y Colette hubiera desayunado con rapidez como se encontraba si no fuera porque sentía la mirada de este por su cuerpo, como si la estudiara o estuviera aprendiéndose su cuerpo de memoria, como si la piel de esta al descubierto fuera una gran descubrimiento fascinante para él.
-Espera aquí abajo mientras voy a cambiarme-le ordenó.
-De acuerdo-le contestó Siwon, cuadrándose donde se encontraba.
La 2º ley de la robótica establecía que un robot tenía que obedecer cualquier orden dada por su dueño, siempre y cuando esta no interfiriera con la primera ley: Ningún robot podía matar a un humano.
La 3º ley era que un robot podía defenderse siempre que esa acción no entrara en conflicto con las otras dos leyes, pero Colette esperaba que la tercera ley no tuviera que ponerse a prueba en ningún momento.
Después de ponerse un vestido corto de tirantes de color rojo claro, regalo de su madre desde Paris (alegando que tenía que conseguir novio ya a sus 25 años), bajó de nuevo sin prisa por las escaleras descalza, ya que sus zapatos los tenía todos en un pequeño mueble al lado de la puerta.
En su casa, le gustaba ir cómoda, lo que mayormente significaba que iba descalza por todas partes, sin importar que fuera una habitación o un cuarto de baño.
Siwon, como buen robot que obedecía las ordenes, había esperado pacientemente abajo, en el mismo lugar donde estaba cuando Colette había ido al piso de arriba, sin apartar sus ojos de ella en ningún momento, consiguiendo ponerla nerviosa sin proponérselo.
-Como tenemos algo de prisa, solo haré unas pocas tostadas y unas tazas de café,¿de acuerdo?. Porque...puedes beber café,¿verdad?.
-Ya te dije que con la alimentación no hay problema-le aseguró este, asintiendo.
-De acuerdo-le sonrió ella, dirigiéndose a la cocina.
No vio como se endurecía la cara de este ante su sonrisa, como conteniéndose así mismo por algún motivo.

….................

Tras comprobar que no había forma humana de cerrar la chaqueta de Siwon y tapar un poco el pecho desnudo de este, Colette le dijo que se subiera en su Hyundai negro, de lineas clásicas, aparcado como lo tenía en el parking interior del edificio.
No podría hacer nada cuando la gente se escandalizara en el centro comercial, pero al menos procuraría que a ninguna ahjumma le diera un infarto cuando vieran a Siwon caminando por la calle. Aunque, mirando su cara, segura estaba que a más de una le daría el infarto igual al mirarlo.
Este estuvo silencioso en el interior del coche, ignorante a las miradas que Colette le dirigía de vez en cuando, sentado como estaba a su lado y, como mucho, solo miraba de vez en cuando hacia la calle, mirando por la ventanilla, como un pájaro recién nacido que recién empieza a batir las alas para salir del nido.
Aquel aire curioso e infantil que se sentía en él en aquel momento resultaba en verdad encantador, pensó ella mientras aparcaba frente a las puertas del centro comercial.
Ahora llegaba la hora de la verdad.
Si Siwon llamaba demasiado la atención, un guarda de seguridad le pidiera amablemente que abandonara el edificio y ella tendría que comprarle la ropa a ojo cuando ella jamás había comprado ropa de hombre. Lo máximo que había llegado a comprar fue una corbata para su padre por navidad cuando tenía 5 años. Y Colette casi no había hecho nada mientras su madre veía lo que escogía.
Podía diseñar ropa para ambos sexos porque, en realidad, solo eran dibujos, meros bocetos en papel, pero ella se había especializado en confeccionar ropa de mujer.
Ordenando a Siwon que permaneciera lo más cerca posible de ella, a su espalda para ocultar el pecho al aire, respiró hondo y entró al edificio, con él detrás.
Pero, aun con todo su cuidado, no pudo evitar que los ojos de las jovencitas, y más de una no tan jovencita, se fijaran en aquel hombre con cuerpo perfecto y sonrisa de ángel.
-Mom-jjang (5)-comentó una mujer a una amiga mientras ambas se detenían y giraban la cabeza para mirarlo.
Pero Siwon solo la miraba a ella, caminando unos pocos pasos detrás, y ningún guardia los había parado todavía, por mucho que las chicas empezaran a exclamar a su alrededor.
Colette rezó para que siguieran teniendo tan buena suerte como hasta ahora mientras se dirigían a la planta de ropa de caballero.
Allí, intentando mantenerse alejada de las curiosas dependientas todo lo que pudo, esta empezó a poner ropa en los brazos de Siwon, casi sin mirar lo que cogía por las prisa, y cuando vio que el rostro de este estaba oculto por la montaña de ropa que llevaba en brazos, le mandó al probador más cercano.
-Toda la ropa que te quede bien, llevala al mostrador y yo la pagaré-le ordenó ella, cuando lo dejó tras la cortina.
-Pero...¿eso no seria gastar demasiado?-le preguntó él desde el otro lado.
-Puede, pero es el dinero de mis padres, no el mio, así que no te preocupes por nada. Tú solo pruébate la ropa y haz lo que te he ordenado.
-De acuerdo-fue lo único que le contestó, haciendo que Colette pudiera imaginarse sin problemas como se cuadraba allí dentro tras su orden, haciendo que apareciera una sonrisa en su cara.
-¡Ah!. Y dejate puesto algún conjunto distinto al que traías puesto. No puedes salir de nuevo con él de aquí-le recordó.
-Entendido-fue la respuesta desde el interior.
Y, como bien ella le había ordenado, Siwon salió con un conjunto puesto, formado por un pantalón y camiseta blancos, con una chaqueta azul claro y un pañuelo a juego al cuello.
Cuando Colette lo vio con esas ropas, que parecían haber sido hechas a medida para él, no pudo evitar contener el aliento mientras lo veía caminar hacia ella, tras dejar la ropa sobre el mostrador, caminando con la seguridad que solo un hombre consciente de sí mismo y su poder podría expresar con esa soltura. Cualquier modelo masculino sentiría una intensa envidia si solo pudieran verlo durante unos breves instantes.
-¿Nos vamos a ir ya?-le preguntó, tras colocarse frente a ella, luciendo una luminosa sonrisa que casi la convirtió en un charco en el suelo.
-S...sí. Nos....nos iremos cuando haya pagado la ropa que vas a usar-dijo esta, caminando hacia donde Siwon había dejado la ropa, observando como las dos dependientas que estaban encargadas allí observaban a este como si fuera un caramelito lejos de su alcance.
En parte, entendía esa reacción por su parte. Cualquiera que viera a este reaccionaría de ese modo, pero...si supieran que era un simple robot, que por dentro no seria nada más que luces y engranajes...¿seguirían reaccionando de ese modo hacia él?.
Echando un rápido vistazo por encima de su hombro, viendo como Siwon caminaba solícitamente tras ella, estaba más que segura de que si.
Incluso sabiendo que era un simple robot, ella no podía evitar quedar fascinada con él.¿Por qué iba a ser distinto con el resto de la gente?.
-Cuando lleguemos a casa, te agradeceré que me hayas comprado esta ropa como es debido-soltó Siwon de pronto, mientras Colette pagaba las compras con la tarjeta.
Tanto ella como las dependientas de allí se volvieron rápidamente hacia él, sonrojadas ante sus palabras.
-¡Tú!.¡Andue!(6).¡No puedes decir unas palabras tan desvergonzadas como esas en un lugar público!.¡La gente podría malpensar!.¿Araso?( 7 )
-No era mi intención molestarte, Colette-dijo este, pareciendo dolido por el regaño, con lo que consiguió que la expresión de ella se relajara.
-No me has molestado, babo (8), pero en todo momento tienes que tener en cuenta el lugar donde estas antes de hablar. Si no, puedo inducir a errores-le dijo, colocando la mano sobre el brazo de este, el cual asintió.-Bien. Si lo has entendido, todo esta bien.
Y, ordenandole que cogiera las bolsas y la siguiera, dejó a las dos dependientas demasiado ocupadas comentando la clase de relación que tendrían como para ir a atender a otros clientes.

….............

Durante el regreso a casa tras las compras, Colette se encontró mirando hacia este más que antes.
Siwon volvía a estar pendiente de el paisaje desde su ventanilla, pero, aunque antes su espectacular cuerpo estuviera a la vista, con aquellas ropa estaba fascinantemente masculino y atractivo, casi como si fuera algún actor de Hollywood que se hubiera colado en el coche de Colette sin que ella se diera cuenta.
Era cierto que la ropa no hacia a la persona, pero de que buen modo ayudaba, pensaba esta mientras llegaban a casa.
Su wanja (9) estaba oculta por aquellas prendas que le había comprado, pero el mismo aire que le envolvía hacia que fuera imposible no fijarse en su atractiva presencia.
Cuando por fin llegaron de nuevo al apartamento, Colette se quedó observando las bolsa que Siwon había dejado en la entrada, esperando sus ordenes para ver donde las colocaba. El problema de aquello era que ni ella misma sabía donde iba a meter aquella ropa.
-¿Lo guardo en el armario de abajo, Colette?-le preguntó este, notando como ella miraba con dudas las bolsas que ahora invadían su casa.
-¿Eh?. No,no. No se puede guardar esta ropa ahí. Necesita estar colgada en un armario apropiado. Sube arriba y guardala en el armario de la primera habitación de invitados, ¿de acuerdo?. Digamos que, aunque no duermas, a partir de ahora aquella va a ser tu habitación.
-Me honras mucho en hacerme un hueco en tu hogar-le dijo este, dirigiéndole de nuevo una sonrisa que la dejó congelada donde estaba.
Se tuvo que obligar a carraspear para despertar del estado de ensimismamiento en el que este la había dejado, golpeándose el muslo nerviosamente de nuevo.
-No...es para tanto. Tengo espacio mucho más que de sobra en esta casa. Corre y guarda la ropa antes de que se arrugue. Yo iré a preparar algo de comer-le dijo, ya con la intención de dirigirse a la cocina, al lado derecho de la entrada, dejando a Siwon con una expresión algo confundida, como si no hubiera entendido algo de lo que le había dicho.
-¿Vas a cocinar con ese vestido?. Parece caro.¿No seria una pena que se manchara?.
Ante ese comentario, Colette se detuvo, pero no se volvio hacia él.
-Hay cientos de vestidos parecidos de donde salio este. No tienes de qué preocuparte-le contestó, con una voz claramente helada.
Fuera quien fuera quien le había comprado el vestido, le despertaba oscuros sentimientos en ella.
-¿Fue un regalo de tus padres, Colette?-le preguntó, recordando lo que esta le había dicho de ellos.
Y por fin se volvio a mirarle, dirigiéndole la mirada más helada que alguna vez hubiera visto.
-Mi madre. Cuando recordó que tenía una hija y se dio cuenta que aun estaba sin casar. Pensaba que comprándome esto, me ataría a alguien.¿Tú entiendes ese estupido pensamiento?.
-Lo lamento, pero no. Para mi, eso no tiene sentido-le dijo este, pareciendo apenado.
-No. Ni para mi tampoco-contestó Colette a su vez, con una sonrisa helada y desprovista de humor en sus labios.
Siwon no quería ver una sonrisa como aquella en el rostro de su dueña.
Pero ella se giró y se dirigió de nuevo hacia la cocina, comenzando a trastear mientras este aun permanecía un poco más donde estaba antes de girarse e ir a realizar la orden que le habían encomendado.
Al bajar de nuevo las escaleras, ahora con la ropa perfectamente colgada y doblada dentro del armario de lo que seria su cuarto a partir de ese día, aun vio a Colette cocinando en la cocina, con esa oscura expresión en el rostro.
Había tocado un tema tabú para ella sin ni siquiera saberlo.
Haberlo hecho, herirla sin saberlo porque, en esencia, no sabía nada de ella, le dolía mucho más de lo que creía posible.
Pero se le cruzo una idea que podría hacer desaparecer esa oscura expresión de una buena vez.
Como agradecimiento por la ropa que le había comprado, él le había dicho que le demostraría su gratitud una vez que estuvieran en casa y aquel era el mejor momento para ello.
-¡Colette!-la llamó, aun en los últimos peldaños de la escalera, con una nueva sonrisa en el rostro.
-¿Qué ocurre?-le preguntó ella, sin levantar la vista de los pucheros y cazos que tenía en el fuego, vigilándolos como si temiera que explotaran si no los miraba.
-¡Tengamos sexo!-exclamó feliz.
Logrando que ella por fin alzara la cabeza y lo mirara.
-¡¿Muorago (10)?!-exclamó ella.
Si en aquel momento hubiera llevado algo en las manos, estaba segura que hubiera acabado echo trizas en el suelo.
-Ya me has oído. Pareces triste y yo debo agradecerte por la ropa que me has comprado. Las relaciones sexuales ayudan a fomentar el buen humor. Relaja y libera el estrés. Igualmente también es uno de los ejercicios más completos. Te ayudara-le explicó este, aun dirigiéndole una amplia sonrisa.
-Michoso (11)-sentenció Colette sin más, volviendo su atención a la comida, como si Siwon le hubiera dicho que había visto pasar un ovni volando por la ventana.
-¿Por qué dices eso?-le preguntó este, colocándose frente a ella en la cocina.
-Porque sí. Eres un robot.¿Cómo puedes sugerir una cosa así?.
-Pero es que puedo. Soy la versión amante night 02. Tengo los conocimientos necesarios para complacer a mi dueña en todo lo que quiera-dijo este, sacando pecho con algo de orgullo.
Lo que provocó que Colette, que lo estaba mirando, rompiera a reír.
Por un momento, Siwon pareció ofendido, dirigiéndole un pequeño puchero molesto, pero luego le sonrió mientras la veía riendo sin control, consiguiendo que olvidara aquello que la había puesto de tan mal humor.
-¿Qué eres la versión amante night 02?.¿Y eso que significa?.¿Qué la versión 01 fue un desastre o qué?.
-No. Que recogieron los datos suficientes para que la versión 02 tuviera un éxito del 100x100 al entregar el placer que sus dueños precisaban. Incluso el estudio que se empleo para nuestra realización se esta planteando en humanos para comprobar los resultados de un modo más tradicional.
Ante aquello, dicho con tanta convicción, aunque aun se viera la sonrisa en el rostro de este, hizo que Colette dejara de reírse.
¿En verdad se habían encargado de hacer un estudio como ese en la fabrica del padre de Ha Ni?. Con razón esta le había dedicado aquel guiño cuando había abandonado su piso, sabiendo lo que le dejaba atrás. A parte de todas las perfecciones que parecía que tenía este, ¿tambien era un perfecto amante?. Si seguían a aquel ritmo en la fabrica, daba por seguro que no tendrían problema alguno para obtener beneficios rápidos y continuos.
-Aun así, no pienso tener sexo contigo-le dijo ella, centrándose en la cocina de nuevo.
-¿Por qué?. Ya te he dicho que estoy diseñado para eso-se quejó este.
-Porque, para mi, sigues siendo un robot, por muy entendido en esas cosas que estés-le dijo, apoyándose en la barra para poder inclinarse hacia él y hablarle directamente a los ojos.
Este pareció nuevamente molesto, pero no comentó nada más al respecto, centrándose en ayudarla a terminar de cocinar.

…..........

Sin embargo, el tema no estaba tan resulto como Colette creía.
Ya entrada la madrugada, envuelta hasta el cuello con sus sabanas, dormía profundamente, por mucho que sus conocidos se quejaran al verla dormir así. Decían que era imposible que se cubriera de ese modo ni aunque tuviera el aire condicionado de la casa encendido, pero a ella le encantaba y lo hacia desde niña.
Oyó la puerta de su cuarto abrirse, pero desechó el sonido como producto de algún sueño que estuviera teniendo.
Sin embargo, cuando notó que un lado de las sabanas se alzaba y un cuerpo se le unía en la cama, ya no pudo seguir haciendo como si allí no pasara nada.
Abriendo los ojos de par en par, se volvió lo suficiente para ver a Siwon tumbado a su lado, vestido solo con unos pantalones de pijama azul claro que también le había comprado.
-¿Se puede saber que estas haciendo aquí?.
-No quisiste tener sexo antes de la cena, pero lo dejé correr porque soy la versión night y actúo mejor por la noche. Creo que mi dueña también pensó en eso-le dijo, sonriendo.
-¿Chugul-le?(12)-le preguntó Colette, empezando a molestarse con él por ser tan insistente en ese tema.
-Por supuesto que no. Quiero estar junto a mi dueña Colette todo el tiempo que pueda-le dijo este, acercándose más a su cuerpo.
Ella abrió la boca para ordenarle que saliera de aquella habitación cuanto antes, pero Siwon fue más rápido y, con solo una pequeña prenda de ropa interior, la mano de este accedió a su cuerpo sin demasiados impedimentos.
No pudo impedir que un débil gemido se escapara entre sus labios cuando la mano de este hizo contacto contra su piel. Toda ella empezó a temblar sin saber por qué, de manera descontrolada, mientras los dedos de este empezaban a sondearla, a explorarla.
-¿Qué...qué estas haciendo?-consiguió decirle, aun con el poco aliento que le quedaba, pero sin llegar a sonar todo lo molesta que le hubiera gustado parecer.
-Tranquila. Estoy diseñado para encargarme de ti en todas las formas que pueda complacerte. No tienes nada de lo que temer-le aseguró él, como si aquello contestara a su pregunta, al mismo tiempo que se acercaba más a ella hasta que Colette notó como el miembro de este descansaba contra su trasero.
Había visto aquella parte de él el primer día que había llegado a su casa, cuando se había mojado los pantalones, pero nunca pensó que iba a tener aquella parte de él tan cerca.
Incluso contra su propia voluntad, su cuerpo se onduló en la cama, notando como él seguía explorándola de aquella manera calmada y detallada, como si no pensara moverse ni terminar lo que estaba haciendo en un buen rato.
Consiguiendo que su mente se fuera desconectando con sus caricias, Colette se encontró frotando su trasero contra él cada vez que este la tocaba, paseándose sobre su carne más intima, abriéndola, preparándola para lo que él pensara hacerle aquella noche. Que un robot pudiera proporcionarle esa clase se placer se le hacia demasiado extraño, pero fue un débil pensamiento que desapareció bajo las atenciones de las manos de él.
Mientras se encargaba de extender la humedad que empezaba a aflorar de ella con una mano, la otra se encargó de ascender lentamente por su estómago, haciéndola cada vez más consciente de él y su cuerpo, hasta llegar al interior de su camiseta corta de dormir, encontrando con agrado que no había ningún sujetador que le impidiera el libre acceso a sus pechos.
Colette prescindía de esa prenda para dormir porque solía clavarse en su piel y le resultaba muy incomodo. Además, en casa había estado sola o con Ha Ni, así que no tenía nada que temer si alguien la veía durmiendo así.
Sin embargo, en aquellos momentos, descubrió otra de las ventajas de dormir de aquel modo mientras Siwon cogía uno de sus pechos en su mano, siendo a la medida perfecta, y la acariciaba con cuidado hasta llegar a su brote ya hinchado, pellizcándolo lo suficiente para volver a hacerla gemir, recibiendo un beso en el cuello como premio.
-Así. Muy bien. Dejate ir-le murmuró este junto a su oído, en un tono más bajo y ronco, al tiempo que se frotaba cada vez más rápido contra ella.
No recordaba la ultima vez que había estado con un hombre, siempre siendo experiencias cortas y no muy satisfactorias para ella aunque en principio no le había parecido así. Sin embargo, en aquella ocasión, mientras los dedos de él la trabajaban y notaba aquella parte endurecida de él contra su trasero, algo le dijo que su idea sobre el sexo iba a cambiar a partir de aquel momento.
Sin precio aviso, un dedo se introdujo en su canal, haciéndola gemir sin control contra él, moviendo un brazo hacia atrás hasta notar el corto cabello de él entre sus dedos, con la vaga intención de apartarlo, pero, mientras lo agarraba con más firmeza, el dedo en su interior empezó a moverse dentro de ella, provocando que el calor se extendiera por ella y le hiciera olvidar cualquier cosa que fuera a hacer, solo agarrándose a él mientras Siwon se encargaba de todo.
-Ah. Sabía que serias así de perfecta-volvió a murmurar él contra su oído con todo adulador, encantado con todo lo que encontraba en ella.
Colette no pudo decirle nada por que en aquel momento un segundo dedo se unió al primero y la presión sobre sus pechos también aumento, arrancándole cualquier rastro de consciencia que aun le quedara, cabalgando sobre el placer que él estaba creando para ella.
Era tan dulce y, a la vez, tan excitante, que notaba como su culminación se acercaba como un tren a plena potencia y sin frenos mientras cubría todo su interior con una extraña mezcla melosa, como la mantequilla derritiéndose sobre una sartén caliente.
Aun agitándose en la cama y teniéndole sujeto, se dejó arrastrar por el éxtasis gritando su nombre.
Este siguió sobre ella, explorándola, aprovechando sus contracciones internas para unir un nuevo dedo en su interior y alargar su dulce tortura, solo observándolo todo como un narrador omnisciente, besándola en el cuello y un lado del rostro mientras le decía palabras dulces que la ayudaban a alargar su momento, permaneciendo con ella en todo momento.
Cuando consiguió recuperar la calma y el control sobre su cuerpo, se incorporó de golpe y se apartó de él, rompiendo cualquier contacto que Siwon aun mantuviera con su cuerpo mientras le dirigía una mirada triste, notando su distancia como un dolor físico.
-¿Acaso no te ha gustado lo que te he hecho?. Puedo hacerlo mejor.
Colette lo miró y negó con la cabeza, pero aun no se veía capaz de hablar.
Pocas habían sido las ocasiones en las que había llegado al orgasmo, le sobraban dedos de una mano, y, sin duda, ninguno podía compararse al que acababa de tener.
Ahora observaba a este, intentando encontrar el secreto para saber conducirla de aquella manera, como si fuera algo que llevara reflejado en la cara. Aun notaba sus partes anhelantes de más de aquellas caricias, deseosa de conocer todos los medios que este tendría para tratarla, para satisfacerla hasta que no pudiera levantarse de la cama. Pero...¿cómo podía decirle aquello con palabras?.



(5) Mom-jjang: “El mejor cuerpo". Término para referirse a la persona con buen cuerpo.
(6) Andue: "No puedes, no lo hagas, no". Se utiliza mucho para referirse a una cosa que no se puede hacer o pasar, para decir "no"
(7) Araso: “¿Entendido?”
(8) Babo: “Idiota”
(9) Wanja: Viene a referirse a la tableta de chocolate de los chicos. Los abdominales, vamos.
(10) Muorago:“¿Qué has dicho?”
(11) Michoso:"Te has vuelto loco, estás loco, me voy a volver loco".
(12) Chugul-le:“¿Quieres morir?”





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