PERFUME

- Autores: Javi y Alba

- Twitter: @Pororobiased y @NKHrapBLAQ

- Tipo: 2PM, serial, yaoi, hetero, Chansung x fan, Taecyeon x fan, menores 18

CAPÍTULO 1

Junjae no entendía cómo en un momento pudo empezar a sentir algo tan grande, esa sonrisa lo cambió todo, ese pequeño gesto fue suficiente para despertar algo en su interior, algo que no sabía que existía, algo que le hacía sentir vivo pero que, a la vez, le daba miedo.

10 HORAS ANTES

- Ésta es mi clase, aquí me quedo - dijo Dohee mientras miraba el papel con el número 125 apuntado.

- ¡Nooooo! No quiero... Quiero que vayamos a la misma clase... - Junjae se abrazó a su amiga.

- Si ni siquiera vamos a la misma facultad, tonto. Gracias por acompañarme - lo despeinó amistosamente -Y ahora ve a tu aula, no vayas a llegar tarde el primer día.

Junjae se dirigió a paso ligero hacia su edificio, estaba a dos minutos de la facultad de Psicología pero seguramente no la visitaría mucho porque para volver a la suya tendría que subir una pequeña cuesta y no estaba hecho para el deporte, menos mal que la suya no iba a ser una carrera deportiva precisamente. La facultad de Filosofía tenía un estilo gótico que le encantaba y, aunque no era el caso, si no había nadie el mínimo paso resonaba por esas altas paredes, pero lo malo es que allí no estaba Dohee, su mejor amiga desde el instituto, cuántas veces pegó a los chicos que se metieron con él... pero ahora ya no irían juntos durante sus estudios y era algo que debía afrontar, sólo estarían separados algunas horas durante los días que tuvieran clase, dado que compartían el alquiler de un piso en el centro de Seúl, cerca de la Universidad. Junjae pensaba en todo eso mientras iba a su clase de introducción a los estudios de Filosofía, era en el aula 240, tuvo que correr para no llegar tarde.

- Buenos días, veo muchas caras nuevas y otras no tan nuevas, de todos modos, quiero darles a todos la  bienvenida a los estudios de Filosofía. Serán unos años de enriquecimiento pero también de duro trabajo, exploraremos el pensamiento de filósofos orientales y espero que ustedes creen el suyo propio gracias a lo que vayan sembrando durante estos cursos - empezó la profesora, daba miedo, Junjae esperaba que no todos fueran así - Hoy les presentaremos el horario de este semestre y les daremos indicaciones de...

-  Lo siento. Siento llegar tarde - dijo un chico irrumpiendo la explicación de la maestra, Junjae sufrió por su vida, tenía la sensación de que esa mujer en cualquier momento iba a arrearle con un regla.

- Por favor, siéntese inmediatamente - el chico avanzó haciendo reverencias a modo de disculpa -. Espero que esto que acaba de pasar les sirva de ejemplo para recordar que en un futuro no se tolerarán este tipo de retrasos, si llegan tarde, no interrumpan, es mejor que se queden fuera.

El chico que irrumpió era alto, de cuerpo atlético, con una mirada viva y unos movimientos nerviosos, tenía más pinta de estudiar algo relacionado con el deporte que no con la filosofía, pero allí estaba, alargando el cuello para encontrar algún asiento libre y el único que encontró era el de la silla individual que estaba al lado de la de Junjae, así que fue directo hacia allí.

- Disculpa, ¿puedo sentarme aquí? - preguntó dejando su mochila en el asiento.

- S-sí, adelante - a Junjae le costaba hablar con gente nueva, era bastante tímido a veces.

- Gracias - contestó aquel chico mientras le sonreía a modo de agradecimiento - Por cierto, me llamo Chansung. Encantado.

- Yo me llamo Junjae. I-igualmente - Chansung le tendió la mano de nuevo con una sonrisa en la boca. Oh dios.

10 HORAS DESPUÉS

- ¿Qué tal te ha ido el primer día? - preguntó Dohee mientras rebuscaba en la nevera algo que pudieran comer.

- Todo bien, nada fuera de lo normal, la profesora era muy dura - dijo Junjae gritando para que Dohee, que estaba en la cocina, le escuchara - ¿Y tú qué tal?

- Pues todo bien, la clase muy maja y el profesor normal - le contestó mientras se sentaba en el sofá a su lado con una bandeja con comida - Había un chico con pintas de chulo pero ahora no recuerdo su nombre, no era importante, a parte de eso todo normal.

- Ah - suspiró Junjae exaltado - Pues ahora que lo dices en mi clase también había un chico que llegó tarde y la profesora tenía pinta de que lo iba a matar, tiene pinta de ser un buen chico, pero tampoco me acuerdo de su nombre - continuó mientras se rubrizaba.

- ¿Y por qué te sonrojas? - le preguntó dándole codazos y con intenciones de picarle.

- Nada, porque se había sentado a mi lado y me daba mucha vergüenza que un chico así lo hiciera, nada más - respondió poniéndose más colorado.

- Sí, ya, vergüenza - dijo Dohee con voz de desconfiada.

- ¡Que sí! - exclamó.

- Bueno, te creo - dijo Dohee entre risas - Por cierto, en mi facultad me han recomendado un buen sitio donde ir a tomar una copa, el sitio está bien y el ambiente mejor, ¿Te apetece ir después de cenar? - propuso mientras se metía ramen, que era su cena, en la boca a la bruto.

- Vale, me hago algo rápido para cenar y nos vamos - contestó levantándose del sofá y yendo a la cocina - ¡Vaya!, no queda nada para cenar - lamentó cabizbajo.

- ¿Ah, no? - preguntó ella preocupada - Te puedo dar la mitad de lo mío si quieres - ofreció mientras se apoyaba en la puerta de la cocina.

- No, gracias, no tengo hambre - negó él en voz baja.

- Eso es el amor - se burló dejando el ramen en la encimera - que te hace no tener hambre y que se te llene la barriga de mariposas - dijo poniéndose detrás de él y cantándole al odio.

- ¡Que no! - contestó un poco enfadado - ¿No nos íbamos? Arréglate, venga - dijo con tono de dictador.

- No, yo ya voy bien así, ¿Y tú? Arréglate por si vemos a tu novio - dijo Dohee con una sonrisa.

- ¡Que no es mi novio, ni siquiera sé cómo se llama! - le dijo Junjae cerrando el frigorífico de golpe y gritándole un poco.

- Vale, vale - respondió Dohee con voz de ofendida - ¿Tu no te arreglas?

- No, yo ya me voy así - dijo él mientras cogía el bol de ramen y se bebía el líquido.

- Venga, vamos - ordenó su amiga cogiendo las llaves del piso.

- Un momento - Junjae cogió una chaqueta ya que él iba en manga corta y fuera refrescaba.

-Venga, vamos - volvió a decir ella dejando paso a su compañero para que saliera y cerrando ella la puerta.

"El local está cerca de casa, mejor" pensó él mientras se dirigían hacia allí. "Las calles están muy iluminadas por la noche, ¿verdad? En nuestro pueblo no pasa" le dijo Dohee en voz baja a Junjae mientras entraban al local, que no era gran cosa, un local normal para univeritarios, la música era variada pero buena y había bastante gente, lo que le daba un muy buen ambiente. Era complicado caminar, por lo que Dohee le dio la mano a Junjae y atravesaron la muchedumbre hasta llegar a un pequeño rinconcito casi al final del bar.

- Joder, cuanta gente, no me esperaba tanta - se quejó ella medio cabreada - Estoy por proponer que nos vayamos.

- No, nos ha costado llegar a esta mesa - dijo Junjae con tono convincente.

- Vale - respondió ella, aunque muy convencida - Bueno, ¿quieres algo? Voy a la barra.

- ¡Ay! Voy yo, no pasa nada - se ofreció su amigo sonriendo.

- ¿Seguro?

- Que sí - insistió Junjae - ¿Qué quieres que te traiga?.

- Pues lo mismo que tú - dijo Dohee cruzándose de brazos y apoyándose por completo en el asiento.

Junjae llegó a la barra inseguro porque no conocía el lugar ni a la gente y aquel sitio estaba lleno. Cuando se acomodó en su sitio entre la multitud se apoyó en la barra con la impresión de que el camarero iba a tardar en atenderle. No se podía creer todo lo que le estaba pasando, lo de la universidad, un piso de alquiler y en Seúl, la separación de su mejor amiga, y aquel chico que vio en clase que hacía que su pulso se acelerase. Cuando estaba empezando a subir a las nubes debido a que empezó a pensar en aquel muchacho unas manos le taparon los ojos.

- ¿Quién soy? - preguntó alguien en voz baja.

- ¿Dohee? - respondió confiado, pero las manos eran demasiado grandes para ser de ella y la voz era masculina.

Inmediatamente esa persona destapí sus ojos y éste se dio la vuelta curioso para ver quién era, resultó ser su nuevo compañero de clase, el que consiguió volverlo loco en sólo unos minutos... De todos los lugares de la ciudad tenía que haber ido a ése precisamente.

- Ho... hola - saludó colorado.

- ¡Buenas! ¿Sabes quién soy, no? - preguntó aquel chico entre risas.

- Sí, el que llegó tarde a clase - respondió riéndose - Emm... ¿Chan... Chan... Changsub? - dijo inseguro y maldiciendo todo porque no se acordaba de su nombre.

- ¡Chansung! - aclaró riéndose.

- ¡Ah! ¡Chansung! - dijo Junjae como si le sonara de siempre.

- Bueno, ¿Quieres que te invite a algo o qué? - preguntó Chansung poniendo su mano en su hombro.

- No hace falta, ya iba a pedirme algo yo, gracias - negó con una sonrisa en la boca.

- ¿Vienes solo? - dijo su nuevo compañero.

- No, vengo con una amiga del instituto, pero no viene a nuestra facultad.

- Vaya, ¿y cómo se llama? - preguntó con curiosidad.

- Dohee, está sentada en una esquinita conmigo - Junjae señaló la dirección donde estaba Dohee sentada.

- ¿Me la presentas? - pidió sonriendo.

- Claro, vamos.

Junjae empezó a andar hacia donde Dohee estaba sin haber pedido ninguna bebida, se le había pasado por completo por culpa de los nervios, pero pensaba explicarle a su amiga que se había encontrado con el amigo de la universidad del que le había hablado y así seguro que se le olvidaba ese pequeño descuido por su parte. Cuando ambos iban caminando entre la gente Chansung cogió la muñeca de Junjae diciéndole que lo hacía para no perderse, pero a él no le importaba en absoluto. Cuando llegaron a donde estaba Dohee Chansung se quedó mirándola, sin embargo, Junjae no se dio cuenta. Al lado de Dohee había un chico alto y fuerte.

- Buenas Dohee, no he traído bebidas porque me he encontrado con un compañero de la universidad, del que te hablé esta tarde - dijo Junjae señalando a Chansung - ¿Y él quién es? - preguntó Junjae mirando al muchacho que estaba sentado al lado de su amiga.

- Es Taecyeon, aquél del que te hablé esta tarde también - contestó con voz de desesperada.