- Twitter: @EarsOfChangmin
- Tipo: TVXQ y JYJ, HoMin (Yunho x Changmin) y YooMin (Yoochun x Changmin), yaoi, +18, serial
PARTE 1
Si lo toco con
delicadeza, podrá romperse fácilmente.
No necesito
estas bondades fugaces mintiéndome.
La puerta para
mi duro corazón sigue cerrado,
No puedo
respirar, luchando en agonía.
Solo yo me doy
esta debilidad con el pecado del egoísmo.
CAPÍTULO 1: MAGENTA
Eran las once de
la noche de un miércoles. YunHo llevaba desde las cinco de la tarde estudiando
Matemáticas. Aquella era la asignatura que más odiaba y que solía suspender con
más frecuencia. Bien podía tirarse días enteros estudiando, aquellos malditos
números no le entraban en la cabeza, y aquel día no había sido la excepción.
Y como si no tuviera suficiente con
un importante examen del que no entendía ni la mitad de las cosas al día
siguiente, le resultaba imposible concentrarse, y todo por culpa de una
cabecita pelirroja que no paraba de rondar por sus pensamientos, como un molesto
insecto en su oído. ¿Cómo podía haber sido tan estúpido de haberle pedido salir
al deseado Kim JaeJoong? Si se lo hubiera pedido a una piedra, seguramente
habría tenido más posibilidades de que le dijera que sí.
JaeJoong lo había rechazado con amabilidad,
pero lo había rechazado, que era lo que contaba al fin y al cabo. Y lo más
gracioso de todo aquel asunto era la estúpida excusa que le había puesto para
negarse a su petición. Si hubiera dicho cualquier cosa, tal vez se lo hubiera
creído por mantener un poco su dignidad, pero…¿Qué se había enamorado de Shim
ChangMin? ¿¡Shim ChangMin?! ¿Aquel bicho raro que se había saltado dos cursos que
era un completo nerd de las matemáticas y la química y que llevaba esas
horribles gafas enormes que le cubrían todo el rostro? ¿Cómo alguien tan
popular como JaeJoong podría haberse enamorado de aquel tipo? Aquello era tan
poco creíble como que él sacase un sobresaliente en matemáticas. No podía negar
que el chico era muy inteligente, pero más allá de eso no tenía ningún encanto.
YunHo suspiró, decidido a ignorar
aquellos zumbantes pensamientos y concentrarse en lo verdaderamente importante.
Sin embargo, no pasaron ni cinco minutos cuando decidió rendirse y acostarse.
No tenía sentido seguir estudiando más. Se levantó del escritorio, estirándose
en toda su extensión, como un enorme felino, preparó su uniforme del día
siguiente y se echó sobre la cama, dejando escapar un sonido sordo de puro
cansancio.
Mientras el sueño lo iba venciendo
lentamente, su mente fue mezclando fórmulas y ecuaciones con los
acontecimientos de los últimos días. Y así, perdido en aquel extraño
duermevela, le sobrevino un pensamiento absurdo, una sencilla regla de tres. Si a mí me gusta JaeJoong, y a JaeJoong le
gusta ChangMin… ¡A ChangMini le gusto yo!
No pudo evitar reír tontamente antes
de caer dormido.
~.~.~
Tras aquella noche, pasaron un par
de semanas antes de que YunHo tuviera tiempo de pensar en algo que no fueran
exámenes, trabajos y estudiar, lo cual tuvo su recompensa. Su boletín del
segundo trimestre fue casi brillante. Casi[
-Señor Jung- dijo el profesor de
matemáticas, con esa mirada severa que hacía que el chico sudara frío.- Me temo
que ha vuelto a suspender… Usted sabe lo que eso significa, ¿verdad?
-Sí, profesor… -asintió YunHo
suspirando resignado- Hasta que no apruebe no podré hacer extraescolares.
Para YunHo, el capitán del equipo de
atletismo y de baloncesto, aquello suponía una auténtica tortura, puesto que el
deporte era su vida y cuando no podía participar en ellos, siempre por la misma
razón, todos los buenos resultados que había conseguido con su equipo se iban
al carajo, ya que el equipo se desanimaba y no era capaz de organizarse por sí
solo. Y lo peor era que pronto tendría varias competiciones importantes.
-Señor Jung –volvió a hablarle el
profesor- Le aconsejo que se busque un tutor particular.
Y sin ninguna otra palabra le
entregó su examen. En la parte superior del folio, remarcado en rojo y dentro
de un gran círculo, el 1’5 le hizo hacer una mueca.
x.x.x
-¡Dime que no has suspendido nada! –YooChun
lo agarró del cuello de la camisa y lo miró ansioso.
-Eem… - YunHo bajó la mirada
avergonzado.- Lo siento, Micky
-¡No jodas! Solo faltan tres semanas
para el campeonato nacional, y sin ti no hacemos nada, tío.
-Bueno, míralo por el lado bueno. El
próximo examen de matemáticas es dentro de dos semanas. Si lo apruebo aún
tendría tiempo para entrenar. Sabes que si me lo propongo podemos ganar incluso
en tan poco tiempo.
-Ya, pero lo que no creo es que
apruebes, YunHo. Lo mires por donde lo mires, eres un auténtico negado. Te
ayudaría, pero ya sabes que yo no soy mucho mejor.
-Si ya lo sé…. –el más alto llevó
una mano a su sien y comenzó a masajearla- El profesor me ha dicho que lo mejor
que puedo hacer es buscarme un profesor particular, pero, ¿de dónde puedo sacar
uno a estas alturas del curso? Además, suelen ser muy caros, y no puedo pedirle
a mi padre que me lo pague. Se enteraría de que he reprobado y me mataría.
-P-perdón… -una tímida vocecilla
interrumpió su conversación.
YunHo y YooChun se giraron para
encontrarse con Shim ChangMin. El chico los miraba intimidado, probablemente
porque ambos hablaban a gritos en mitad del pasillo como si no hubiera nadie, y
se mordía los labios de manera nerviosa a la vez que se acomodaba sus gruesas
gafas, que le resbalaban continuamente por la nariz.
-¿Qué pasa?- preguntó YooChun de mala manera, fulminándolo con la mirada
debido a la interrupción.
-Yo… B-bueno, no he podido evitar
escuchar vuestra conversación, y… creo que podría solucionar tu problema, Jung-ssi.
-¿A qué te refieres?- YunHo levantó
una ceja interesado.
-Bueno… Yo podría darte clases
particulares….- Shim se sonrojó ligeramente antes de decir.- No se me dan nada
mal, y no te costaría mucho, solo….
-¿De verdad crees que podrías
ayudarme con mi próximo examen?- preguntó el mayor sonriendo ampliamente,
evitando que el otro continuara balbuceando- ¿Puedes hacerme aprobar?
-No estoy al cien por cien seguro,
pero ya lo he hecho otras veces y todos han aprobado.
-Mmm… Suena bien para mí… ¿Cuánto
dices que cobras?
-P-pues… -ChangMin agachó la mirada-
En realidad yo…
-¿Quieres dejar de balbucear y
decirlo de una vez?-resopló YooChun fastidiado.
-¡Cállate, idiota!- ladró el otro-
Puede que el futuro de nuestro equipo esté en las manos de ChangMin sunbae.-a
YunHo se le hacía llamar sunbae a un chico menor que él, pero dado que estaba
en un curso superior al suyo y que parecía dispuesto a ayudarlo, le parecía que
le debía ese respeto.
El más bajo se le quedó mirando como
si hubiese dicho que los cerdos pueden ir a elegantes fiestas del té y resopló,
pero YunHo lo ignoró olímpicamente.
-No te cobraría nada… solo ncesito
un favor- continuó el menor de los tres, mirando de reojo a YooChun- Hay unos
chicos de mi salón que no paran de molestarme… Si tú pudieras mantenerlos
alejados…
-¿Solo eso? ¿Protección?- el moreno
asintió nerviosamente, observando la cara pensativa del deportista.- Me parece
perfecto. Trato hecho.
Y dicho esto, alargó su mano hacia
ChangMin sonriendo amablemente para cerrar el trato.
x.x.x
YunHo gruñó cuando el molesto despertador sonó, estridente y ruidoso,
despertándolo de su agradable sueño. Murmurando maldiciones entre dientes, sacó
el brazo de debajo de las mantas, y de un manotazo lo apagó, cesando así con el
irritante sonido, y desperezándose lentamente, salió de la cama. Odiaba
despertar temprano los fines de semana, pero ChangMin había insistido en que si
quería sacar una buena nota debían empezar cuanto antes. Así que, tras haber
hecho el trato, habían quedado al día siguiente a las diez de la mañana.
El castaño se vistió rápidamente,
desayunó ante la sorprendida mirada de su madre, que sabía que su hijo no
soportaba madrugar, y se dirigió a casa de su ahora tutor, que le había dado su
dirección el día anterior.
El barrio en el que vivía el mayor,
al contrario de lo que pensaba YunHo no era demasiado bueno. Se oían
truculentas historias de ese sector de la ciudad, tales como robos, drogas e
incluso asesinatos. La verdad, le extrañaba que aquel muchacho, que parecía
tener una timidez patológica y necesitaba de su ayuda para protegerse, viviese
allí.
La casa de ChangMin, a pesar de todo, era bastante bonita. A
diferencia de las demás, tenía un jardín bastante bien cuidado y una fachada de
un llamativo color rojo. Al llamar a la puerta, le abrió una mujer joven, que
solo parecía ser unos años mayor que él mismo, y supuso que sería la hermana de
ChangMin.
-Buenos días- saludó educadamente,
sonriendo- Soy Jung YunHo
-Oh, claro, claro. Minnie me dijo
que vendrías –sonrió la mujer de manera brillante, y YunHo no pudo evitar
preguntarse si ChangMin y ella compartirían ese rasgo.- Mi hijo está en su
habitación. Es la primera a la derecha subiendo por esas escaleras.
Ligeramente sorprendido por saber
que la mujer no era sino su madre, el muchacho asintió y subió las escaleras,
tocando con los nudillos en la puerta que le habían indicado.
-Entra- dijo la voz de su tutor
desde dentro.
La habitación del chico era bastante
parecida a como él se la había imaginado. Sencilla, pequeña y ordenada, pintada
de un agradable color azul bastante relajante.
-Hola, ChangMin sunbae- saludó con
un leve movimiento de cabeza- ¿Dónde dejo mis cosas?
-Buenos días, YunHo-ssi. Puedes
dejarlas en la cama, si quieres. Voy a buscar mis apuntes, puedes ir
sentándote.
El castaño asintió, aprovechando
para fisgonear un poco en cuanto el mayor desapareció. En las paredes no había
casi nada, solo un par de fotografías de hermosos paisajes. Sobre el escritorio
había un pequeño marco con una foto de ChangMin con un chico que se le hacía
familiar, seguramente alguien del instituto. Ninguno de los dos parecía tener
más de ocho años y lucían una gran sonrisa que le hizo recordar los comentarios
de las noonas del salón de ChangMin acerca de la sonrisa de su tutor, y también
a la madre del propio chico. Lo que también le hacía recordar que hasta
entonces no lo había visto sonreír.
Al fondo de la habitación había una enorme estantería lleno de libros que
ocupaba casi toda la pared, y justo al lado, una pequeña vitrina llena de
trofeos que reconocía como los que entregaba el instituto en los concursos de
ciencias.
-Bueno, parece que estoy en buenas manos…
La puerta se abrió, haciéndole dar un respingo.
-YunHo-ssi, ya podemos empezar con la clase- ChangMin lo miró por encima
de sus enormes gafas de pasta con un brillo divertido en sus ojos negros.
*
Una semana después, YunHo había avanzado favorablemente.
-Entonces… si despejo la x de esta manera, será más fácil resolver el
problema, ¿verdad?
-Exacto- ChangMin asintió en señal de aprobación- Cada vez eres mejor en
esto, YunHo-ssi. No sé cómo podías ser tan torpe.- comentó, y YunHo no sabía si
tomárselo como un cumplido o no
-No, ChangMin sunbae, tú eres un buen maestro.-sonrió el muchacho
dejándolo pasar, acercándole el cuaderno.- ¿Está bien así?
El moreno se inclinó sobre la mesa para poder ver mejor el ejercicio,
quedando así su rostro junto al del castaño, como siempre que hacía eso.
En un principio, el mayor apenas le había prestado atención a este hecho,
pero a medida que pasaban los días y transcurrían las horas, no había podido
evitar fijarse en el rostro de su tutor, y su expresión de concentración le
resultaba fascinante. La forma en la que se humedecía sus llenos labios, la
manera en que los mordisqueaba cuando tenía alguna dificultad para descifrar la
complicada letra de YunHo. El hecho de que sus gruesas gafas resbalaran por su
nariz y le dejaran contemplar sus ojos color café y sus larguísimas pestañas,
que normalmente quedaban aplastadas contra el cristal. El inquietante aroma a
vainilla, que no parecía correcto que proviniese de un hombre, que era capaz de
sentir debido a la extrema cercanía entre sus rostros y que él respiraba a
grandes bocanadas como si de una droga se tratase.
-Está bien, YunHo-ssi- le dijo, con esa voz suave muy parecida a un
suspiro que ponía cuando estaba satisfecho.
-¿En serio?
-Así es, sigue así y no tendrás ningún problema con tu examen.
Y por fin, tras siete días en los que inconscientemente el alto muchacho
había estado esperando aquello, ChangMin sonrió. No fue una sonrisa completa,
como él esperaba, sino apenas un esbozo de sonrisa, una leve curvatura de sus
labios hacia arriba, pero que bastó para que sus ojos y todo su rostro se
iluminara de una manera hermosa y que su corazón se acelerara. Y durante unos
instantes, la excusa que JaeJoong le había puesto para rechazarlo le pareció
bastante factible.
Holu!!! Me encanto el primer capitulo y en lo personal me encantan las parejas de Yunho con Changmin y con Micky también pero... No hay segundo capitulo :( Ahora me quedare con la intriga de saber que es lo que pasara despues :( Espero y lo continúen
ResponderEliminarsi es que algún día llegan a ver mi mensaje <3 Besos