lunes, 15 de julio de 2013

OJOS DE CIELO

- Autora: Milly Fernández 

- Twitter: @Selene_Arizza

- Tipo: Infinite, hetero (entre idols y fans) menores de 18 (salvo un único capítulo), serial



CAPÍTULO 2: HOLA DE NUEVO, SEÑOR BIPOLAR, E HISTORIAS VARIAS




Los coches corrían por toda la ciudad, formando un enorme río de luces blancas y rojas, que no paraban agitarse, moverse y retorcerse. La lluvia caía de forma torrencial esa noche de septiembre y todos deseaban llegar al resguardo de su casa lo antes posible. Yo, mientras tanto, sonreía apoyada en el ventanal del apartamento que compartía con Nana, sentada sobre la mesa del salón, con una gran taza de chocolate caliente entre mis dedos. Me gustaba la lluvia desde que era pequeña, y ver todo aquel espectáculo de luces desde las alturas, hacía de ese pequeño placer, uno aún mayor. Las personas en la calle llevaban paraguas de diferentes colores, formando también una extraña amalgama viviente. La ciudad rebosaba vida en todo instante.

A lo lejos, vislumbré un pequeño coche azul como el de Nana deslizándose por las calles y viniendo hacia casa. Deseé que fuera el suyo. Hacía varios días que no la veía. Me había llamado desde su trabajo, avisándome, y anunciando que habían descubierto una cosa asombrosa y me tenía que contar muchas, muchas cosas, pero no tenía tiempo.



Suspiré y apreté mis manos contra la taza, para calentarlas. Soplé y tomé un sorbo de chocolate. Como siempre, estaba riquísimo, sentí una oleada de calor que bajaba por todo mi cuerpo, y me sentí totalmente recargada al instante.
Puse música, y me deslicé medio bailando hasta la cocina. Fui a abrir el grifo, con intención de limpiar la taza, cuando escuché el sonido del ascensor, seguido de pasos en el rellano y olí un perfume que conocía muy bien. Me quité los cascos con prisas, cerré el agua y salí disparada hacia la puerta a recibirla. Cundo abrí, ella estaba frente a mí con las llaves en la mano, en cuanto me vio sonrió, y corrió a abrazarme. Cuando nos soltamos para tomar aire, comenzamos a reír como locas.
-Deberíamos entrar, si no queremos despertar a todo el edificio.-Murmuré feliz.
Como un pequeño torbellino, Nana entró y dejó todo su equipaje en alguna parte de la habitación. Luego, vino hasta mí, me cogió de los hombros, y me miró entusiasmada.
-No te lo vas a creer. Hemos encontrado una reliquia excepcional, algo mágico, es… Es impresionante.- Hizo una pequeña pausa, mientras seguía sonriendo. Yo quise preguntar “¿Qué?”, pero antes de abrir la boca, me giró, y dirigiéndome a la cocina, añadió: pero cenemos primero.




En la cena, me explicó cómo habían llegado a encontrar la reliquia, las precauciones de seguridad que debieron tomar, las disputas de su equipo hasta llegar a una conclusión, las ayudas que tuvieron de traductores y otros historiadores de todo el mundo. Tras generar tanta expectación, yo estaba muriendo de curiosidad, así que la llevé al salón rápidamente para que me explicara de una vez qué era lo que habían encontrado.
-Ante todo Selene, no se lo puedes decir a nadie, bajo ningún concepto, o estaremos en graves problemas las dos.-Asentí rápidamente, era lo que siempre decía.- No, esta vez va muy en serio. Ya te he dicho que han demostrado su autenticidad, y lo que hemos encontrado no es una broma. Mira.
Me enseñó varias fotografías de una especie de… ¿Roca? La miré sin entender. Ella corrió a señalarme ciertos relieves, que yo creía sombras. Lo observé con más detenimiento, y me di cuenta de que había algo escrito allí.
-¿Qué pone?


Ella sonrió satisfecha, y agitó la mano en el aire, indicándome la multitud de cosas que tenía que contar.
-¡Uff! Es larguísimo, y es todo tan increíble… Es pizarra, y tendrá unos cuatro metros cuadrados, imagínate, ¡es enorme! Hay partes que no se pueden leer, como esta.-Señaló un punto de la fotografía.- Y además está dividida en varios trozos … Bueno, la cosa es que habla de dos seres, que están en la Tierra y NO son humanos, aunque lo parecen, y son hijos de personas. Tienen poderes especiales, y según está escrito, están destinados a encontrarse y todas esas cosas…
Alcé la mirada hacia ella, que tenía los ojos muy abiertos, y una gran sonrisa expectante. Yo no sabía que cara poner, aquello no era lo que había esperado. No podía asimilarlo aún.
-¡Pero eso no es todo! Aquí viene la parte más espeluznante. Según nos han dicho, al final pone que si llegan a tener descendencia, ¡los hijos tendrían TANTO poder que podrían destruir el mundo si quisieran!
Ella seguía esperando alguna reacción por mi parte, pero yo apenas podía articular palabra.
-Y además han dicho que parecer ser cierto, según una pruebas bioquímicas y geológicas de la roca. Parece que se sale de lo normal, así que varios gobiernos están ya buscando a esos seres. ¿No te parece increíble? Parece salido de una película.
-¿Y qué van a hacer con ellos si los encuentran?
-Pues investigar y eliminarlos. –Ahogué un grito, y ella me miró extrañada- Sus hijos podrían acabar con todos, está claro que son una gran amenaza, y parece que no es una broma, aunque…-El entusiasmo se fue parcialmente de sus ojos.- No creo que existan, la verdad. –Entrecerré los ojos y la miré con duda.- ¡Oh, vamos! Esa piedra puede tener cientos de años, no creo que se refiera a seres de esta época en concreto.

-Creía que estabas entusiasmada con el descubrimiento...
-No quiero emocionarme tampoco. Apenas sabemos nada.-Murmuró encongiéndose de hombros. Yo asentí, conforme.

Suspiré y me tumbé en el sofá, más aliviada. Era cierto. Toda aquella historia no tenía por qué concernir al mundo actual, lo más seguro era que aquellos seres hubieran existido hace años, y aquello solo fuera una prueba de algo que pudo llegar a suceder. Un mito más.
-¿Y no pone nada más? ¿No pone fechas, ni nada?
-Mmm… ¡Ah, sí! ¡Claro! Las criaturas tienen rasgos que les diferencian. Uno de ellos tiene los ojos totalmente negros, y el otro tiene los ojos, según pone “de ningún color”. El de los ojos negros no sé qué tiene de especial, la verdad, pero el de los ojos “de ningún color”… No tengo ni idea a que se refiere. Eso sí, según está escrito, tiene los sentidos e instintos muy desarrollados, como “un animal de la noche” y por eso “puede leer el corazón de las personas”. A saber.-Dijo encogiéndose de hombros.
-¿Y el otro? ¿No pone nada?
-Es la parte que está borrada. Solo se ha podido leer una palabra, y pone: “telequinesia”. Vamos, que al parecer puede mover cosas con la mente. Así que entre eso, y el otro que no tiene los ojos de ningún color… Me parece que si existieran, los habrían encontrado hace tiempo. ¿No te parece? -Me preguntó, como si estuviera intentando convencerse a ella misma, más bien.
-Mmm, sí. Sí, supongo que tienes razón. Aunque eso de los ojos “de ningún color” ¿A qué se refiere? ¿A que son blancos?
-Sí, eso hemos supuesto mi equipo y yo. Y no creo que haya nadie así, la verdad, y si hubiera alguien… No sería difícil de encontrar. Naaah…Esto pasó hace años, estoy casi segura, así que… No pasa nada, no va a ser el fin del mundo y ¡más reliquias que buscar!-Terminó toda su explicación con una gran risa, que llenó el salón, seguida de un bostezo.-¡Ay! Estoy medio muerta después de todo el trabajo, y eso que ni siquiera hemos terminado.
Di un respingo por la sorpresa y me levanté del sofá alarmada.
-¿Mañana vuelves allí?
-No, no. Ya me gustaría a mí. Pero los gobiernos han puesto el grito en el cielo, y todo ha pasado a manos del Estado, así que creo que no sabré nada más del asunto hasta el…- En ese momento comenzó a sonar su móvil, vibrando frenético en el suelo. Nana se abalanzó sobre él y salió a la terraza a hablar.

Mi mente al fin podía descansar un momento. Toda la información me aturullaba, y me parecía algo increíble. Intenté no pensar en ello y continué tumbada en el sofá, mirando el reloj sin ver la hora. Mis pensamientos continuaron solos…
“No sabré nada más del asunto hasta el…” ¿El mes que viene? ¿El martes? ¿El lunes? “¿A qué día estamos hoy?” murmuré para mis adentros. Cogí el móvil y miré el calendario. “Ayer fue 20, así que hoy es 21. Lunes.” “¿Lunes?” Fruncí el ceño, contrariada. “Hoy es lunes.” Me giré en el sofá, e intenté concentrarme, pues estaba segura de que olvidaba algo. En cuanto enfoqué la vista y vi la cámara de Nana en la mesita,  me levanté de un salto.
Volé hasta mi habitación, y busqué como loca ese pequeño papel que… “¡AHÍ ESTÁ!”. Suspiré, y marqué los números a toda prisa en el móvil. Cuando comenzaron a sonar los tonos de la llamada, me di cuenta de que no tenía ni idea de lo que iba a decir.
-¿Sí?
-…Aaah…-Sentía mi corazón martilleando violentamente en mi pecho.
-¿Sí? –Su voz sonaba confusa.
- Eeehh… ¡Hola!-Me golpeé la frente con la mano libre. Estaba siendo ridícula.
-¿Hola? ¿Quién es?
-Verá… Soy…So-soy… Lo siento por lo del otro día, tu cámara…Yo…-Callé al oír una especie de risa al otro lado de la línea.
-Oh, sí... Lo recuerdo.- Dijo con seriedad. Guardó silencio un momento, yo preferí no hablar. No parecía enfadado ahora, pero temía volver a meter la pata. Él se aclaró la garganta y continuó:El cristal de la lente se rompió, y…
-¡Se lo pagaré! ¡Se lo pagaré! No se preocupe.-De nuevo silencio. No tenía ni idea de lo que podía estar pensando ese hombre.
-No es algo barato.-Sentenció al fin.-Veámonos mañana y lleguemos a un acuerdo, ahora mismo tengo que colgar.
-¡Pero..!- Y colgó.



     Al minuto recibí un mensaje con el sitio donde quería que nos viéramos y un “Buenas noches”. “Es bipolar” pensé encogiéndome de hombros, resignándome a no comprender nada de lo que pasaba en mi vida.

1 comentario:

  1. Ya estoy enganchada a otro fic XDD
    Me encanta ^_^
    Eso si me he quedado toda pensativa con los ojos sin color y los ojos negros, que ganas de saber mas :D

    ResponderEliminar