- Autora: @Crysania91
- Tipo: Principalmente Jun. K de 2PM (pero aparecen otros idols), idol x fan (se refiere a persona "normal", no es que sea fan), + 18, serial, hetero (con algo de yaoi), fantasía.
CAPÍTULO 2
Muevo la
cabeza despejando esos pensamientos y me paro delante de la puerta de la
habitación de Eduardo. Golpeo la puerta con el puño cerrado esperando la
respuesta.
- Kara, pasa… - Escucho su voz de fondo, como un susurro. Abro la puerta observando la habitación con detenimiento a medida que voy abriendo la puerta. Una vez que lo diviso dejo de abrir la puerta y entro. Está en su escritorio escribiendo a saber qué.
- Eduardo, ¿por qué no has bajado a buscarme?- Sonrió dulce, él me tenía como una hija, así que, se me hizo raro.
- Oh, lo siento Kara, pero tenía cosas importantes que hacer – Suelta el bolígrafo levantándose de la silla – Ven aquí, anda – Sonríe feliz abriendo sus brazos. Sonrió dirigiéndome hacia él, abrazándolo una vez que llego a él.
- Te he echado de menos. – Me da unos suaves golpes en la espalda riéndose levemente. – Ven anda, hay alguien a quien te quiero presentar. – Deja de abrazarme y echa a caminar hacia la puerta.
- ¿Mh? ¿alguien? ¿Quién es? – Digo algo curiosa, normalmente había bastante gente en la casa, era raro que él me quisiera presentar alguien.
- Bueno, a uno de ellos ya lo conoces – Dice saliendo de la habitación y dirigiéndose hacia las escaleras para subir al segundo piso.
Ladeo
la cabeza y lo sigo mientras hago un esfuerzo por quien podría ser negando al
no caer en quien. Se para justo en frente de la puerta, esta sala era la de
invitados que traían humanos con ellos…Abre la puerta.
- Entra tu primero Kara –
Sonríe echándose hacia un lado ofreciéndome entrar con la mano.
- Gracias, abuelo – Digo
sonriendo y dando un paso hacia delante, viendo en la habitación a dos chicos,
me era imposible reconocerlos ,estaban los dos en el sofá, pero uno de ellos
estaba sobre el otro… ¿mordiéndole en el cuello?. No seguí avanzando, me quedé
en mi sitio, no sería yo la que interrumpiera ese momento.
- Chicos…sed menos
llamativos…huele toda la casa a sangre – Dice Eduardo riéndose entrando en la
habitación.
El chico
que estaba mordiendo el cuello del otro se incorporó, mirándonos sin decir ni
una palabra, sonriendo ampliamente al verme. Él era al que yo conocía.
- Kris… – Fue lo único que logré
pronunciar, hacía 10 años que no lo veía….desde que dejó de ser humano…
- ¡Kara! qué sorpresa, no sabía que habías llegado ya,
sino te hubiera ido a buscar yo – Sigue sonriendo sin quitarme un ojo de
encima. Demonios, ya no lo recordaba tan perfecto…- Ya, y… - miro hacia el otro
chico, señalándolo – ¿él quien es? –
- ¡Oh! El…- sonríe divertido
cogiéndole del brazo ayudándolo a incorporarse – Se llama Kai. – Lo miro
curiosa, vaya y hablando de gente preciosa. Los amigos de Kris siempre eran así
río por un momento. Vuelvo a mirar a Kris, pero esta vez mis ojos se fijan
concretamente en sus labios, aún con restos de sangre, que por cierto, tenía un
olor delicioso.
Kai se
debió de dar cuenta, ya que sin venir a cuento, comenzó a lamerle la sangre de
los labios, lentamente y saboreándola bajando hacia el cuello, en un acto
reflejo mire hacia donde estaba mi abuelo, pero.. ¿qué? ya no estaba.
- Kris…- Lo miro acercándome
más a él.
- Mh..- fue lo único que pudo
decir ya que, Kai, en seguida comenzó a besarlo con efusividad. Bien, se cuando
sobro...y este era el momento
- Bueno…ya hablaremos en el
baile u otro día…- Y me voy rápidamente cerrando la puerta.
Suspiro
colocándome bien el pelo, mientras ando hacia mi habitación. Llego a ella
abriendo la puerta, chirriando un tanto al abrirla, tan siniestra como siempre.
Entro en mi habitación y me llama la atención algo encima de mi cama. Me acerco
hasta ella, sonriendo como una tonta al ver un vestido típico veneciano y una
máscara. Bien! Por fin mis abuelos me habían hecho caso y la fiesta iba a estar
dedicado al carnaval veneciano, trajes típicos y mascaras. Sonrío cogiendo la
máscara y me voy a mirar al espejo poniéndomela. Me queda genial.
Para cuando ya salgo de mi habitación, la casa
estaba llena de gente con trajes victorianos las mujeres y los hombres con
esmoquin y sus debidas mascaras. Me acerco a la barandilla mirando hacia la
entra de la casa, vaya, estaba tan perfecto.
- Kara – Me giro al escuchar mi
nombre, por la voz intuí que era Eduardo.
- Abuelo! – Sonrió feliz.
- ¿Te gusta la fiesta? – Me
dijo ofreciéndome una copa de “vino”. En realidad era una pastilla que simulaba
la sangre, para nosotros nos embriagaba y nos sabía a gloria, para los humanos,
sabía como si fuera vino.
- Sabes perfectamente la
respuesta – Acepto la copa haciendo un gesto de agradecimiento.
- Bien, pues entonces déjame
presentarte a alguien. – Me coge de la mano que tengo libre llevándome hacia
las escaleras. Una vez en la entrada me lleva hacia otra de las estancias, era
una habitación pequeña, reconfortable y la cual estaba completamente aislada de
la fiesta y no se escuchaba nada. Había una persona dentro de esa sala, era la
primera vez que lo veía.
- Jun. K – Dijo mi abuelo soltándome de la mano. Este
se dio la vuelta llevaba una máscara así que seguía sin reconocerlo si es que
lo conocía. Pero, el verlo con ese esmoquin negro que llevaba, la corbata que
llevaba estaba algo desaliñada, como si fuera un toque suyo, un toque
encantador, y la máscara, le daba un toque tan misterioso…me atraía tanto. Solo
una vez había sentido algo así, ¿Qué es lo que siento? ¿Es un mero capricho?
O…Se me para la respiración al solo pensarlo..el hecho de que pudiera haber
encontrado mi otra mitad, ¿mi pareja de por vida?.
- Yo os dejo, tengo casas que
hacer – Me saca de mis pensamientos mi abuelo, me giro para despedirlo. Cuando
me vuelvo y miro al chico estaba sonriéndome…su sonrisa..era tan preciosa y a
la vez atrayente, no podía hacer nada más que quedarme ahí quieta, observando
cada gesto que hacía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario