lunes, 18 de marzo de 2013

CAPRICHO


- Autora: @Crysania91


- Tipo: Principalmente Jun. K de 2PM (pero aparecen otros idols), idol x fan (se refiere a persona "normal", no es que sea fan), + 18, serial, hetero (con algo de yaoi), fantasía.



CAPÍTULO 2


Muevo la cabeza despejando esos pensamientos y me paro delante de la puerta de la habitación de Eduardo. Golpeo la puerta con el puño cerrado esperando la respuesta. 

- Kara, pasa… - Escucho su voz de fondo, como un susurro. Abro la puerta observando la habitación con detenimiento a medida que voy abriendo la puerta. Una vez que lo diviso dejo de abrir la puerta y entro. Está en su escritorio escribiendo a saber qué.


- Eduardo, ¿por qué no has bajado a buscarme?- Sonrió dulce, él me tenía como una hija, así  que, se me hizo raro.


- Oh, lo siento Kara, pero tenía cosas importantes que hacer – Suelta el bolígrafo levantándose de la silla – Ven aquí, anda – Sonríe feliz abriendo sus brazos. Sonrió dirigiéndome hacia él, abrazándolo una vez que llego a él.


- Te he echado de menos. – Me da unos suaves golpes en la espalda riéndose levemente. – Ven anda, hay alguien a quien te quiero presentar. – Deja de abrazarme y echa a caminar hacia la puerta.


- ¿Mh? ¿alguien? ¿Quién es? – Digo algo curiosa, normalmente había bastante gente en la casa, era raro que él me quisiera presentar alguien.


- Bueno, a uno de ellos ya lo conoces – Dice saliendo de la habitación y dirigiéndose hacia las escaleras para subir al segundo piso.



Ladeo la cabeza y lo sigo mientras hago un esfuerzo por quien podría ser negando al no caer en quien. Se para justo en frente de la puerta, esta sala era la de invitados que traían humanos con ellos…Abre la puerta. 

- Entra tu primero Kara – Sonríe echándose hacia un lado ofreciéndome entrar con la mano.

- Gracias, abuelo – Digo sonriendo y dando un paso hacia delante, viendo en la habitación a dos chicos, me era imposible reconocerlos ,estaban los dos en el sofá, pero uno de ellos estaba sobre el otro… ¿mordiéndole en el cuello?. No seguí avanzando, me quedé en mi sitio, no sería yo la que interrumpiera ese momento.

- Chicos…sed menos llamativos…huele toda la casa a sangre – Dice Eduardo riéndose entrando en la habitación. 

El chico que estaba mordiendo el cuello del otro se incorporó, mirándonos sin decir ni una palabra, sonriendo ampliamente al verme. Él era al que yo conocía.

- Kris… – Fue lo único que logré pronunciar, hacía 10 años que no lo veía….desde que dejó de ser humano…

- ¡Kara!  qué sorpresa, no sabía que habías llegado ya, sino te hubiera ido a buscar yo – Sigue sonriendo sin quitarme un ojo de encima. Demonios, ya no lo recordaba tan perfecto…- Ya, y… - miro hacia el otro chico, señalándolo – ¿él quien es? –

- ¡Oh! El…- sonríe divertido cogiéndole del brazo ayudándolo a incorporarse – Se llama Kai. – Lo miro curiosa, vaya y hablando de gente preciosa. Los amigos de Kris siempre eran así río por un momento. Vuelvo a mirar a Kris, pero esta vez mis ojos se fijan concretamente en sus labios, aún con restos de sangre, que por cierto, tenía un olor delicioso.

Kai se debió de dar cuenta, ya que sin venir a cuento, comenzó a lamerle la sangre de los labios, lentamente y saboreándola bajando hacia el cuello, en un acto reflejo mire hacia donde estaba mi abuelo, pero.. ¿qué? ya no estaba.

- Kris…- Lo miro acercándome más a él.
- Mh..- fue lo único que pudo decir ya que, Kai, en seguida comenzó a besarlo con efusividad. Bien, se cuando sobro...y este era el momento
- Bueno…ya hablaremos en el baile u otro día…- Y me voy rápidamente cerrando la puerta.

Suspiro colocándome bien el pelo, mientras ando hacia mi habitación. Llego a ella abriendo la puerta, chirriando un tanto al abrirla, tan siniestra como siempre. Entro en mi habitación y me llama la atención algo encima de mi cama. Me acerco hasta ella, sonriendo como una tonta al ver un vestido típico veneciano y una máscara. Bien! Por fin mis abuelos me habían hecho caso y la fiesta iba a estar dedicado al carnaval veneciano, trajes típicos y mascaras. Sonrío cogiendo la máscara y me voy a mirar al espejo poniéndomela. Me queda genial.

Para cuando ya salgo de mi habitación, la casa estaba llena de gente con trajes victorianos las mujeres y los hombres con esmoquin y sus debidas mascaras. Me acerco a la barandilla mirando hacia la entra de la casa, vaya, estaba tan perfecto.

- Kara – Me giro al escuchar mi nombre, por la voz intuí que era Eduardo.

- Abuelo! – Sonrió feliz.

- ¿Te gusta la fiesta? – Me dijo ofreciéndome una copa de “vino”. En realidad era una pastilla que simulaba la sangre, para nosotros nos embriagaba y nos sabía a gloria, para los humanos, sabía como si fuera vino.

- Sabes perfectamente la respuesta – Acepto la copa haciendo un gesto de agradecimiento.

- Bien, pues entonces déjame presentarte a alguien. – Me coge de la mano que tengo libre llevándome hacia las escaleras. Una vez en la entrada me lleva hacia otra de las estancias, era una habitación pequeña, reconfortable y la cual estaba completamente aislada de la fiesta y no se escuchaba nada. Había una persona dentro de esa sala, era la primera vez que lo veía.

- Jun. K  – Dijo mi abuelo soltándome de la mano. Este se dio la vuelta llevaba una máscara así que seguía sin reconocerlo si es que lo conocía. Pero, el verlo con ese esmoquin negro que llevaba, la corbata que llevaba estaba algo desaliñada, como si fuera un toque suyo, un toque encantador, y la máscara, le daba un toque tan misterioso…me atraía tanto. Solo una vez había sentido algo así, ¿Qué es lo que siento? ¿Es un mero capricho? O…Se me para la respiración al solo pensarlo..el hecho de que pudiera haber encontrado mi otra mitad, ¿mi pareja de por vida?.

- Yo os dejo, tengo casas que hacer – Me saca de mis pensamientos mi abuelo, me giro para despedirlo. Cuando me vuelvo y miro al chico estaba sonriéndome…su sonrisa..era tan preciosa y a la vez atrayente, no podía hacer nada más que quedarme ahí quieta, observando cada gesto que hacía.











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