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- Tipo: SHINee, JongTae (Jonghyun x Taemin), +18, yaoi, serial
CAPÍTULO 3
Jonghyun
Ni yo podía creer lo que había hecho. Me había
condenado yo mismo. Observé como comenzaban a mojarse las mejillas de Taemin,
como se formaba un río de lágrimas. Y salió corriendo. Fui tras él, con
lágrimas en los ojos yo tambien. Kibum se levantó.
-Quédate ahí-le dije, agarrándole de la mano.
Me sorprendió, pero me hizo caso, y yo salí corriendo.
-¡Taemin!-me dejé la voz gritando, repetí su nombre
unas diez veces mientras corría tras él.
Era muy rápido, yo mismo sabía que si no bajaba el
ritmo me iba a ser imposible alcanzarlo. Se paró al fin y se sentó en un banco
de madera un poco desgastado.
-¿Por qué lo has hecho? ¿Acaso te pedí yo que lo
llamases?
No sabía que contestar, en eso llevaba la razón. Pero
yo podía notar como él se acordaba de Key, lo veía en su rostro cada vez que
hablábamos del tema.
-Yo pensaba que me querías, pero al final resulta que
eres igual que él. Querías librarte de mí, y por eso lo has llamado a él, ¿no?
Empecé a soltar lágrimas con más fuerza todavía. ¿Cómo
podía decirme tal cosa? ¿Cómo iba yo a querer librarme de él? Si es lo mejor
que tengo, es mi vida entera.
-No vuelvas a decir esa tontería. Si lo he hecho ha
sido solo por tí, ¿o te crees que me hace mucha gracia que Key haya vuelto? ¿Te
crees que no me duele ver como lo miraste el primer día que se acercó a
nosotros? ¿Crees que ha sido fácil llamarlo y saber que te ha intentado besar?
Se sorprendió, claro, yo no le había comentado que
sabía eso.
-Yo te quiero a tí, Jongyun, no sé cuantas veces tengo
que decírtelo.
-Chicos...dejadlo.
Apareció Kibum de la nada. Él tambien tenía lágrimas
en los ojos.
-Yo me voy a ir otra vez, me ha quedado muy claro que
Taemin te quiere a tí, el hecho de que yo esté aquí solo hace mal, he venido
por él, así que si no quiere nada, marcharé de nuevo.
Cuando me quise dar cuenta Taemin ya había dado media
vuelta, estaba caminando, di un paso pero se giró y me miró.
-Dejadme, los dos.
No tuve energías para seguirle, me comía la culpa por
dentro.
Kibum posó su mano en mi hombro.
-Yo...lo siento.
-¿Que lo sientes? ¿Que tú lo sientes?
No quise escucharle más y me fui yo tambien. Volví a
casa con la esperanza de encontrarme ahí a Taemin, pero solo había una nota en
la cocina:
"Pasaré un par de días fuera. Espero que
tengas tiempo para pensar, y para darte cuenta de una vez de que te quiero, y
de que no te cambiaría, y menos por él."
Cerré el puño con la nota dentro, la rompí y la tiré.
Las lágrimas volvían a caer desde mis ojos. Un par de días... ¿y si no vuelve?
Que pasen rápido, pensé. Me fui para cama para olvidarme de todo y dormir, o al
menos, intentarlo.
Taemin
Tras pedirles que me dejasen en paz, llamé a Onew y
quedé con él para tomar un café mientras le explicaba lo ocurrido. No daba
crédito él tampoco.
-Oye...tú...tenías una casa en un pueblecito que está
cerca de aquí, ¿verdad?
Me miró sorprendido, abrió la boca, seguramente para
replicar.
-Solo un fin de semana. -dije antes de que él
comentase nada.
-No me parece correcto...pero bueno, te dejaré.
-Gracias.
-Pero pienso ir contigo, no creerás que voy a dejar
que destroces mi casa
Sonreí de lado y volví a darle las gracias. Íbamos a
pasar esa misma noche allí, pero antes decidí pasar por casa rápido para coger
ropa y avisar a Jonghyun de mi ausencia. Por supuesto, no dije a donde iba,
simplemente que estaría dos días fuera.
Cogí lo primero que encontré en mi armario, no podía arriesgarme a
cruzarme con él, hice una bola gigante con toda mi ropa y la metí a patadas en
mi mochila. Bajé rapidamente las escaleras y monté en el coche.
-No te quedes dormido mientras conduces, que noto tu
cara de sueño.
-Perdona, pero yo soy un profesional. Y el pollo me ha
dado energía.
Comenzamos a reír y arrancó el coche.
Al fin llegamos, era un pueblo en el hasta hacía un
par de años vivían los padres de Jinki, pero cuando se mudaron a otro país le
dejaron a él la casa y el pueblo quedó deshabitado. Puede parecer aburrido un
lugar en el que no hay nadie, pero es lo mejor para desconectar. Mis
discusiones con Onew siempre terminaban ahí, pero como no aguantamos ni 24
horas enfadados acababa tirándole del pelo para volver a la ciudad. Siempre
había ido allí cuando Onew necesitaba desconectar, pero ahora era yo el que
quería olvidarse de todo y reflexionar. La casa era preciosa, la madre de Onew
tiene muy buen gusto decorando. Había muchísimos cuadros, es aficionada a la pintura.
Nada más llegar me tiré en la cama.
-Pero Taemin, ¿tan temprano? Despues de cenar ya nos
damos amor.
-Eres un imbécil, ¿sabías?
Di una vuelta sobre la cama mientras reía y me
levanté.
-Jinki...no tendrás pensado darme pollo para cenar,
¿no?
Me acerqué a la cocina y vi perfectamente como
escondía el plato.
-Eh..no...claro que no...
Le di un suave empujón y me hice un sandwich.
-Cómete el pollo tú, que lo estás deseando.
Sonrió como un niño pequeño, adoraba su sonrisa. Nos
sentamos en el sofá a cenar, las formalidades en esa casa sobraban. Y Onew, tan
directo como siempre, no dudó en hablarme del tema.
-Entonces...¿qué vas a hacer cuando volvamos a la
ciudad?
-No lo sé, por eso mismo he venido aquí, a ver si me
aclaro. O bueno, en realidad yo creo que no tengo nada que aclarar, yo quiero a
Jonghyun, pero...
-Pero todavía tienes clavado el puñal de Key.
Ni yo podría haberlo dicho mejor. Jonghyun había
logrado que me olvidase de Kibum, pero el daño que me había hecho no me lo
había quitado nadie.
Fuimos rápido para la cama.
-Sé que tengo un atractivo irresistible, pero por
favor, contrólate, no vayas a estropear nuestra amistad.
-Insisto, eres imbécil.
El ego de Onew no es normal. Nos lavamos los dientes y
nos metimos en la cama. Él se quedó dormido en nada, pero yo estuve horas y
horas dándole vueltas a la cabeza. Lo único que necesitaba era la manera de
deshacerme de ese puñal, como bien había dicho Jinki, que tenía clavado desde
hacía ya un año. No conseguí dormirme hasta las 6 de la mañana, pero de todas
formas a las 12 ya estaba despierto. Y lo increíble es que Onew seguía dormido.
Jonghyun
No había pegado ojo en toda la noche. Sonó el timbre.
Me esperaba lo peor, no respondía de mis actos si a ese personaje se le ocurría
volver a venir por aquí.
-¿Piensas que te vas a librar de mí por el hecho de no
ir al gimnasio?
Era Minho. Cuando no me dejaba ver siempre se acercaba
a casa. Le abrí e intenté disimular que todo iba bien. Pero fue inútil.
-Te traigo un donuts, para que lo disfrutes y me cuentes
que ha pasado mientras lo saboreas.
Sonreí de lado, pero mi expresión cambió al instante
cuando comencé a contarle lo ocurrido.
-¿Y no ha pasado por casa?
-Puedes observar que no. Sé que está bien, porque
Taemin es un chico muy cuidadoso, sé que no habrá pasado la noche en cualquier
sitio. Pero estoy preocupado....
-Por si no vuelve.
Bajé la mirada.
-Volverá, ¿no te ha dicho que iban a ser un par de
noches?
Asentí con la cabeza. Yo sé que Taemin no sería capaz
de abandonarme, pero no sé, no sé como manejar la situación. Sonó el timbre
otra vez, y esta vez sí era Key.
-Dile que suba si se atreve.
-Minho, da igual.
Me quitó el telefonillo de la mano.
-¿Qué quieres?- Minho es así, agresivo como él solo.
-Vengo a despedirme y a darle un par de cosas a
Jonghyun.
-Vete.
Conseguí arrebatarle el telefonillo y abrí.
-¿Estás tonto o qué?
-Dice que viene a despedirse, ¿no? Pues ya está.
Key subió, entró y se sentó a nuestro lado. Miré a
Minho indicándole que se sentase en el sofá a ver la tele o algo mientras yo
hablaba con Kibum.
-¿Has venido a despedirte? ¿O a hacerme creer que te
marchas para despues de un año volver y amargarme la vida de nuevo?
-Ya te he dicho que lo siento...y bueno, sí, he venido
a despedirme. Esta noche cojo un vuelo y me voy para siempre de la ciudad. He
conseguido un trabajo como profesor de baile en Los Ángeles y me marcho allí.
-Enhorabuena, ¿algo más?
-Sí, quiero que me hagas un favor.
Reí ironicamente.
-Estarás de broma.
No, no lo estaba. Puso un sobre encima de la mesa.
-Es una carta para Taemin, una carta de despedida. Sé
que igual es tener mucho morro por mi parte, pero necesito que se la des.
Necesito que lo hagas.
No dije nada, ni sabía que contestar, ni quería
hablar.
-Y...esto es para tí.
Sacó otro sobre.
-Ábrelo.
Lo cogí extrañado. Lo abrí, en él había un colgante y
una foto.
-¿Qué...qué es esto?
-Me lo regaló Taemin hace tiempo, es un recuerdo que
le había dejado su abuelo, y bueno...supongo que ahora querrá que lo tengas tú,
te pertenece.
A continuación cogí la foto, y las lágrimas cayeron
solas. Una de las fotos era de Taemin de pequeño, sonriendo. La sonrisa más
grande del mundo. La sonrisa más bonita que había visto nunca.
-¿Por qué me das esto?
-¿Alguna vez habías visto a Taemin sonreir así?
La verdad es que no, Taemin era alguien muy risueño,
pero nunca lo había visto así.
-Es la única foto que conserva de cuando era más
pequeño, me la llevé cuando me fui, volverás a ver esa sonrisa en cuanto le
enseñes esta foto.
-¿Por qué estás haciendo todo esto? ¿Por qué lo
estropeas todo y luego intentas arreglarlo dándome todas estas cosas?
-Uno ya ni puede arrepentirse de sus errores. Eres muy
afortunado por tener a Taemin, cuídalo.
Se levantó, abrió la puerta y se marchó. Pude ver como
Minho cogía el sobre que contenía la carta e intentaba abrirlo. Se la arrebaté
de las manos.
-¿No vas a leerla?
-Pues claro que no, el sobre está cerrado y
permanecerá así hasta que venga Taemin.
Taemin
Desperté a Onew a base de cojinazos, entreabrió los
ojos.
-Eres un capullo...
Sonreí y le di con el cojín una vez más. Se levantó y
me miró con cara de indignación.
-¿Por qué me miras así?
-¿Como te atreves a despertarme y aún encima no tener
café hecho?
Sonreí y me metí en el baño. Me quité la ropa y abrí
la ducha. Tirité al notar el primer chorro frío, y a continuación cogí el
champú. Tras haberme duchado me vestí, me peiné de cualquier manera y salí del
baño en dirección a la cocina.
-¿Qué haces vestido?
-Dúchate y vístete tú tambien, me apetece dar una
vuelta.
-Sí, señorita.
Le di un empujón. Se metió en la ducha, y yo me asomé
a la ventana. Había unas vistas preciosas. No quería arriesgarme a comer pollo
frito de nuevo, a este paso se me iba a parar el corazón, así que preparé
sandwiches de nuevo y los metí en la mochila. Onew salió del baño, iba muy
guapo. Me había tocado un mejor amigo bastante atractivo.
-Que velocidad.
-Es que los hombres tardamos menos en arreglarnos.
Salió disparado y yo corrí tras él, tropezamos y
caímos uno encima del otro sobre el sofá. Encontré otro cojín y comencé mi
ataque.
-¡Vale, vale, tregua, tregua!
Ambos reímos.
-Hoy comemos por ahí.
-¿Me estás proponiendo un picnik?
-Te estoy obligando a comer fuera, y no te permito
llevar pollo frito.
-Pero...
-Calla.
Abrí la puerta.
-¿Onew qué haces que tardas tantos?
-Ya voy ya voy.
Vino detrás de mí con una mochila él tambien, no sé
que llevaba, tampoco mostré interés porque me lo contase.
Llegamos a un descampado, muy bonito,y nos sentamos.
-¿Tienes pensado ya que hacer?
-Ya te he dicho que no tengo ninguna decisión que
tomar, que Key forma parte del pasado, y que Jonghyun es mi presente y mi
futuro.
-Pero la espina...
-Esa puta espina.
Di un golpe en el campo con el puño. Onew me cogió la
mano y puso sobre ella una margarita.
-¿Y esto?
-Para compensar esa espina.
Sonrió de lado, y sonreí yo tambien. Me paré a pensar
por un segundo, me levanté y empecé a correr...ya sabía como quitar esa espina.
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