miércoles, 5 de diciembre de 2012

I'M YOUR MAN

- Autora: Alba

- Twitter: @NKHrap_MBLAQ


- Tipo: +18, serial, hetero, 2PM, idol x fan 



CAPÍTULO 14: PERFECTO

Por la mañana Leah se levantó pronto para prepararse y darle tiempo a maquillarse correctamente, dejando un margen por si se hacía un destrozo en la cara, cosa que pasó un par de veces, pero al final se vio bien, así que desayunó y luego fue a vestirse y peinarse. Cuando bajó Taecyeon la estaba esperando en el portal, Minjun era el chófer obligado, así que él se encargó de llevarlos a la estación para que cogieran el tren.
Llegó el tren a la estación y lo cogieron, se sentaron uno al lado del otro, pero no intercambiaron muchas miradas ni palabras, les daba vergüenza. Pasó una media hora y Leah contemplaba el paisaje a través de la ventana, pero de golpe notó la cabeza de Taecyeon reposando sobre su hombro, por fin uno de los dos había dado el primer paso, por fin Taec se había lanzado.
- Taecye… - Leah giró la cabeza para decirle lo a gusto que estaba, y entonces fue cuando se dio cuenta de que Taecyeon no había dado el primer paso, simplemente se había quedado dormido hasta el punto de perder la firmeza y dejarse caer sobre el hombro de ella inconscientemente, con la boca abierta… Estaba profundamente dormido.
Ella decidió dejarle dormir, aunque fuera por otras circunstancias, le gustaba tener su cabeza apoyada en el hombro, pero empezó a notar un líquido caliente cayendo por su brazo, y cuando miró se dio cuenta de que a Taec se le estaba cayendo la baba , entonces no pudo remediarlo y lo apartó con el dedo índice, hasta el punto en el que él se despertó sin darse cuenta de lo que había pasado.
- Mmmm… Voy a comprar algo a la máquina de bebidas, ahora vuelvo – dijo con voz de dormido, Leah rió flojo.
- Estabas tardando mucho, no creo que la máquina esté tan lejos – dijo Leah mientras notaba como Taecyeon se le sentaba al lado, bueno, eso de Taecyeon…
- ¿Me echabas de menos guapa? – dijo un tipo rapado y lleno de tatuajes con olor a cerveza que se acercaba a Leah.
- Como no te largues vas a echar de menos tu cara – amenazó Taecyeon que había vuelto con dos bebidas en una mano mientras agarraba a ese hombre por el cuello de la camisa y lo empujaba al otro vagón.
- ¿Estás bien?
- Sí.
- No te puedo dejar sola ni dos minutos que ya se te insinúan. No sé qué harías sin mí… - bromeó.
- Me las hubiera arreglado yo sola. JUM.
- ¿De veras?
- Claro.
- No me lo creo.
- Pues no te lo creas.
- Con ese vestidito no tienes pinta de ir dando puñetazos a la gente.
- Las apariencias engañan.
- Sí, con ese vestido pareces dulce y todo… Pero sí, veo que las apariencias engañan.
- Calla.
- Si no fueras tan guapa y no te hubieras puesto tan bonita hoy no tendría que ir espantando a estos moscardones – le dijo mirando hacia el techo mientras le ofrecía una lata de refresco de las dos que había comprado.
- Calla – volvió a responder Leah mientras cogía la lata.

- Si tengo que volver a echar a algún otro rival que sepas que será tu culpa – dio un sorbo al refresco intentando disimular lo que acababa de decir.
Eso… ¿eso era una confesión? Leah no estaba segura, o puede que no quisiera estarlo para no hacerse demasiadas ilusiones, de todos modos ambos estaban muertos de vergüenza.

Llegaron a su destino y poco a poco fueron caminando hacia “Everland” y ya allí sacaron las entradas y entraron.
Taecyeon era como un niño pequeño allí, quería montarse en todo, y para él Leah iba demasiado lenta, así que la cogió de la muñeca para correr hacia todos los sitios. En dos horas se habían recorrido medio parque de atracciones, Leah no podía más, estaba agotada, demasiado poco margen de tiempo para tantas atracciones y tanta velocidad, así que se sentaron en un banco para descansar un rato, nada estaba saliendo como ella había imaginado… Entonces recordó que no habían ido a la casa del terror aún, así que disimuladamente la buscó en el mapa del parque.

- Taecyeon… ¿Vamos a dar otra vuelta?
- ¿No estabas cansada?
- Pero me apetece ir a dar una vuelta.
- Es que yo también estoy cansado…
- ¡Porque no hemos parado de correr durante dos horas!
- Eso es porque tú eres muy lenta.
- Calla y vamos.
- Voy…
Pasaron varias veces por la casa del terror, pero nada, él no decía de entrar, al contrario, aceleraba.
- ¿Por qué no entramos a aquí? – propuso Leah.
- ¿Eh? ¿D-dónde? – dijo Taec nervioso.
- En la casa del terror, me apetece entrar.
- Pero ya es tarde, están a punto de c-cerrar.
- Ni siquiera es la hora de comer…
- Ya… pero es que…
- Aunque me da un poco de miedo entrar >____< ¿Y si da mucho miedo?
- Da mucho miedo ¬¬’’
- Bueno, si insistes entraremos >___< Aunque me da mucho miedo, te lo advierto… - dijo Leah mientras tiraba de Taecyeon para entrar a la casa del terror.
Entraron a la casa de terror y primeramente lo hicieron separados, pero a medida que se hacía todo más y más oscuro los dos se iban acercando el uno al otro, hasta que finalmente Taecyeon agarró la mano de Leah fuertemente. ¿Quería protegerla? “ooomgg ahora toca hacerme la chica asustadiza” pensó ella.
- Taecyeon-shi… Esto da mucho miedo…
- M-mucho, sí, m-mucho miedo – Leah levantó la cabeza para mirarle, pero se dio cuenta de que tenía que ir bajándola dado que Taec estaba casi agachado mirando a su alrededor cual Turicato y jadeando de miedo, no sabía cómo podía mantenerse en pie.
A medida que iba pasando el rato e iban saliendo los fantasmas, Taecyeon iba aumentando los decibelios utilizando a Leah de escudo, la cual no se asustó excepto cuando veía a Taecyeon correr y darse contra las paredes…
- ¿Estás bien? – chilló Leah mientras Taec salía corriendo de la casa del terror.
- P-perfectamente.
- Ya…
Se sentaron en un banco mientras Taecyeon recobraba el aliento, nada había salido como Leah quería, pero bueno, de todos modos se había montado una historia demasiado perfecta, era normal que no pasara…
Al cabo de un rato fueron a comer algo, estaban cansados, así que fueron al primer restaurante que vieron por allí, uno de comida rápida y la verdad es que les apetecía bastante porque también estaban hambrientos, tanto correr les había abierto el apetito. Ambos pidieron lo mismo: patatas y hamburguesa… y un refresco que podía entrar perfectamente en el record Guiness de lo grande que era, “Qué más da ya… da igual aparentar, tengo hambre” pensó Leah mientras se comía la primera patata. Comieron en silencio, concentrados en la comida, realmente tenían mucha hambre, además les daba algo de vergüenza; el más rápido en acabar fue Taecyeon que no dudó en robarle patatas a Leah, la cual en broma apartó el plato y cuando le quedaba la última patata se la puso entre los labios cogida con los dientes para reivindicar su posesión, pero él, sin pensar se inclinó a través de la mesa y con los dientes cogió la media patata que sobresalía de los labios de ella, rozándose así los de ambos durante unos segundos hasta que reaccionaron separándose de golpe y quedándose petrificados mirando hacia sus piernas. Qué acababa de pasar… oh Dios mío…

- Yo estoy cansado, creo que podríamos ir volviendo, si tú quieres, claro.
- Sí sí, v-vamos.

En el vagón del tren estaban solos, por una parte era aliviante, cuanto menos barullo mejor, pero por otra parte era muy incómodo después de lo que había pasado, dado que seguían sin hablarse. Taecyeon no podía quedarse mucho rato allí sentado, tenía demasiadas ganas de seguir con aquel beso accidental, demasiadas, sobretodo cuando la miraba de reojo jugando inconscientemente con las comisuras de sus labios, seguramente por los nervios que él también sentía, pero si no se movía de ahí no podría resistirlo… Se levantó rápidamente del asiento para comprar algo en las máquinas expendedoras del final del vagón mientras intentaba recuperar la cordura antes de volver allí, aunque tampoco le había dado una explicación de por qué se había levantado… Mejor sería volver. De nuevo se sentó a su lado y como había comprado chocolatinas le ofreció una la cual Leah cogió y comió, se le notaba un poco más relajada, por suerte.
- ¿Cuánto tardaremos en llegar?
- No lo s… - Taecyeon iba a contestar pero se dio cuenta de que en la comisura de los labios Leah tenía un poco de chocolate de la chocolatina que se había comido – Tienes chocolate en los labios.
- Oh, gracias, ahora me lo qui…
Taec no dejó que ella acabara de hablar, ni que se quitara el chocolate de la boca, la cogió por la barbilla y se acercó lentamente a ella, puso sus labios encima de los restos de chocolate y bajó para seguir besándola, provocó que Leah entre abriera la boca y se aferrara al cuello de él. Notaba como si le ardiera la garganta, necesitaba los besos de Taecyeon, sentir sus labios y sus manos acariciándole el cabello. Necesitaba necesitarlo, necesitaba que él la necesitara a ella, y así era, el tiempo se paró en sus labios, nada más existía en aquel momento más que ellos, ni siquiera el megáfono que anunciaba el fin de todo el trayecto, se habían pasado su parada, pero no importaba.
El día había acabado siendo perfecto.

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